El SNTE, UNA CONTRADICCIÓN EN LA NUEVA ESCUELA MEXICA

La relación del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) con la Nueva Escuela Mexicana (NEM) es un tema complejo, sujeto a debates académicos y políticos. Para responder, es clave analizar su papel histórico, su estructura de poder y su alineación (o no) con los principios de la NEM, como la equidad, la inclusión y la participación democrática. A continuación, fundamento la respuesta con estudios y citas relevantes:


1. El SNTE como obstáculo estructural para reformas educativas

El SNTE ha sido criticado por priorizar intereses políticos y corporativos sobre las necesidades pedagógicas. Autores como Alberto Arnaut (2015) en *"Historia de una profesión. Los maestros de educación primaria en México, 1887-1994"*, señalan que el sindicato consolidó un sistema de control clientelar, donde la lealtad al liderazgo sindical (por décadas encarnado en Elba Esther Gordillo) se antepuso a la calidad educativa.
Además, Carlos Ornelas (2020) en "El sistema educativo mexicano. La transición de fin de siglo", argumenta que el SNTE históricamente bloqueó reformas que amenazaban su poder, como la evaluación docente de 2013, clave para profesionalizar la enseñanza. Esto sugiere resistencia a cambios estructurales como los propuestos por la NEM.


2. La NEM y su enfoque comunitario vs. el centralismo del SNTE

La NEM promueve la participación de comunidades y docentes en la toma de decisiones (Art. 3° constitucional reformado en 2019). Sin embargo, el SNTE opera bajo una lógica vertical. Susana Guevara (2018), en "El SNTE: Poder y resistencia en la reforma educativa", afirma que el sindicato mantiene prácticas autoritarias, como la designación de dirigentes sin elecciones transparentes, lo que limita la democratización exigida por la NEM.
Un ejemplo es el conflicto por la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en 2019, donde el SNTE apoyó la medida, priorizando su influencia sobre mecanismos independientes de evaluación (Revista Educación Futura, 2019).


3. ¿Puede el SNTE transformarse en un aliado?

Algunos analistas plantean que, bajo el actual gobierno de López Obrador, el SNTE ha buscado alinearse retóricamente con la NEM. No obstante, Mariano Narodowski (2021) en "El fracaso de la reforma educativa en México", advierte que esto responde más a una estrategia de supervivencia política que a un compromiso pedagógico.
Por otro lado, Lev Velázquez (2022), en un análisis para el Colegio de México, señala que ciertas secciones locales del SNTE han impulsado proyectos comunitarios (ej. escuelas inclusivas en Oaxaca), aunque estos son marginales y no reflejan una política nacional del sindicato.


4. La contradicción entre inclusión y prácticas sindicales

La NEM enfatiza la equidad, pero el SNTE ha perpetuado desigualdades. Mercedes Ruiz (2017), en "Clientelismo y educación en México", documenta cómo el sindicato distribuye plazas docentes mediante redes de favores, excluyendo a maestros sin conexiones políticas. Esto contradice el principio de meritocracia y justicia social de la NEM.


Conclusión

El SNTE, por su estructura corporativa y resistencia histórica a cambios sustantivos, no parece ser un organismo de apoyo efectivo para la NEM, salvo en casos aislados o como gesto político. Su lógica de poder centralizado y clientelar choca con los ideales participativos y equitativos de la nueva reforma. Como resume Ornelas (2020):

"El SNTE es un gigante que, sin reformarse a sí mismo, seguirá siendo un lastre para cualquier proyecto educativo progresista en México"

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